viernes, 10 de junio de 2011

¿CÓMO ERA EL BAUTISMO AL PRINCIPIO DE LA IGLESIA?

La Iglesia Católica enseña que en el Bautismo son perdonados todos nuestros pecados cometidos hasta entonces. En el Bautismo renacemos a una nueva vida, ungidos por el Espíritu Santo. Los hermanos separados dicen que el Bautismo es sólo un símbolo, pero niegan el perdón de los pecados. Por otro lado, niegan el bautismo de los niños, olvidando los pasajes bíblicos que nos refieren que los primeros cristianos eran bautizados con la totalidad de sus familias. Incluso mas adelante encontramos un texto en que se dice a un recién convertido: ‘Ten fe y te salvarás TU y TU FAMILIA’. Tampoco es necesario el bautismo de inmersión como propugnan los protestantes. Vemos que Pablo fue bautizado inmediatamente tras recibir la curación de manos de Ananías: no tuvo tiempo de ir a una piscina o un río para ser sumergido en el agua. Lo que actúa en el Bautismo, no es la inmersión o la cantidad de agua, sino el poder de Dios. Por eso es que también los niños deben ser bautizados desde pequeños y no negarles esa gracia. A los hermanos separados cabría preguntarles: ¿Cuándo un niño de su congregación está enfermo, oran o no por él?. Seguro que la respuesta es sí, como se debe suponer. Si aplicamos el criterio, que dicen ellos no se debe bautizar a los niños porque aún no entienden, podríamos decirles: ¿Entonces por qué oran por sus niños, si tampoco entienden?. La respuesta es obvia: no entienden, pero eso no importa, puesto que quien actúa es Dios, su gracia, su poder. Cosa igual ocurre en el Bautismo: aunque el niño no entienda su sentido aún, Dios es quien actúa sobre él, concediéndole el Espíritu Santo. Además; no olvidemos las palabras del mismo Jesús: ‘Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan’.

Mt 19.14-15 Jesús les dijo: ‘Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí …’ Jesús les impuso las manos y continuó su camino.
Lc 18.16 Jesús pidió que se los trajeran, diciendo: ‘Dejen que los niños venga a mí y no se lo impidan’.

También recordemos que el mismo Jesús, así como todos los niños judíos de su época, eran sometidos a la circuncisión a los 8 días de nacido. Seguramente, ninguno de ellos entendía el sentido; pero, igual eran circuncidados, porque era la voluntad de Dios. Si Pablo dice que el bautismo es la circuncisión no quirúrgica, entonces, ¿Por qué nuestros hermanos protestantes quieren privarle de esta “circuncisión” (bautismo) a los niños?. Su postura no tiene ningún sustento. Veamos a continuación algunos textos bíblicos sobre el Bautismo:

Mt 3.11 Yo los bautizo con agua… Pero después de mí viene uno con mucho más poder … él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego.
Jn 3.5 ‘En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios’.
Hch 9.18 Al instante se le cayeron de los ojos una especie de escamas y empezó a ver. Se levantó y fue bautizado.
Hch 16.15 Recibió el bautismo junto con los de su familia.
Hch 16.31,33 Le respondieron: ‘Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia’ … Se bautizó con toda su familia a aquella hora de la noche.
Hch 22.16 Y ahora ¿a qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su Nombre.
Rom 6.3,4 Al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte… Así también nosotros empezamos una nueva vida.
1 Cor 1.16 Perdón, también bauticé a la familia de Estéfanas.
Col 2.12,13 Es el bautismo, en el cual fueron sepultados con Cristo. Y en él fueron luego resucitados … Uds. estaban muertos por sus pecados y su 
misma persona no estaba circuncidada, pero Dios los hizo revivir junto a Cristo: Nos perdonó todas nuestras faltas.
Tit 3.5-6 En el bautismo volvimos a nacer y fuimos renovados por el Espíritu Santo que Dios derramó sobre nosotros por Cristo Jesús.
Hb 6.1-2 No vamos a echar una vez más las bases, es decir, el arrepentimiento de la obras de muerte,…, la doctrina referente a los bautismos…

sábado, 28 de mayo de 2011

Los niños que mueren sin ser bautizados



Nosotros perdimos cinco bebes de semanas pues se morían en mi vientre, fue algo muy doloroso y conflictivo interiormente, porque yo anhelaba tenerlos, sin embargo los perdía, y cuando me volvía a quedar embarazada sentía un conflicto por que no quería volver a perderlos. Ahora yo me pregunto donde están pues solo pude bautizar al último, pues antes no sabía que cualquiera puede hacerlo en caso de urgencia en ausencia de un sacerdote.

La doctrina católica enseña dos cosas al respecto:

1) que los niños que mueren sin el bautismo no pueden ir al infierno porque no tienen pecados personales.

2) Que el único medio que la Iglesia tiene para perdonar el pecado original, es el bautismo.
Armonizando estas dos verdades, tradicionalmente muchos teólogos solían resolver la cuestión diciendo que los niños que morían si el bautismo no iban ni al cielo ni al infierno, sino a un lugar de felicidad natural, pero sin visión de Dios, llamado limbo. En la revelación no había nada que sustentara esta opinión; y nunca fue un dogma de fe, sino un explicación común en muchos teólogos.

El Papa Benedicto XVI encargó a la Comisión Teológica Internacional que estudiara el tema. Las conclusiones de la Comisión son que no hay nada en la revelación que permita sostener la existencia del limbo. Y que, si bien el único medio que la Iglesia conoce para el perdón del pecado original es el bautismo, eso no significa que Dios no pueda perdonarlo.

De manera que confiando en la misericordia de Dios, la Iglesia puede esperar que los niños que mueren sin bautismo vayan a cielo.
Si bien no tenemos datos revelados para confirmar esta enseñanza, tampoco hay datos revelados para rechazarla. Y es la que parece más coherente con la misericordia de Dios.

De manera, que puede consolarse sabiendo que sus hijos están en el cielo. Es más, teniendo en cuenta que los padres tienen hijos cara a la vida eterna (no sólo para esta vida que pasa, sino sobretodo para la definitiva), con esos hijos están seguros de que han alcanzado la gloria para los que los tuvieron: los otros dos tendrán que “remar” para alcanzarla (como todos nosotros).

Incluso pueden pedirles cosas a sus hijos, sabiendo que pueden interceder por Uds. delante de Dios. Una persona en el cielo, tiene mucha más madurez de la que podamos tener en la tierra, independientemente de la edad en que haya muerto.